Superada la batalla con los acreedores privados, que se prevé podrá cerrarse con éxito el 24 de agosto tras el acuerdo alcanzado el martes a la madrugada, el Gobierno deberá encarar otra gran discusión: con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar USD 44.000 millones que el organismo le prestó a la Argentina durante la gestión de Mauricio Macri.
Según señaló esta mañana en declaraciones radiales el director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, “la discusión con el Fondo puede empezar relativamente pronto; depende de la decisión de las autoridades de pedir el programa, pero el proceso no debería ser rápido. Nada bueno sale si uno se apura”.
Está en los planes oficiales pedir un programa con el organismo a partir del mes próximo, una vez que cierre el capítulo del canje de los privados, el 4 de septiembre (fecha en que se producirá la liquidación de los nuevos bonos). Pero más allá de la buena predisposición que mostró la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, con la Argentina en el último tiempo, nadie cree en el Gobierno que el organismo no impondrá condiciones a la hora de aceptar la refinanciación del préstamo.
“Hay que esperar a ver qué pide el Fondo. Pero no dio un giro de 180 grados. No es un organismo de desarrollo ni de ayuda al crecimiento, sino que financia procesos de ajuste o de crisis de balanza de pagos o de endeudamiento. Esa es su naturaleza”, remarcó Chodos, aunque destacó que Georgieva tiene una visión distinta a la que tradicionalmente mantiene el FMI.
Respecto de los tradicionales pedidos del organismo, el funcionario hizo hincapié en que las líneas de crédito que está otorgando la institución en medio de la crisis sanitaria global tienen menos condicionalidades que otras y que hay conciencia de que la pandemia es un problema global, por lo que no se descarta que en este contexto las negociaciones fluyan mejor. Pero nadie duda dentro del oficialismo de que serán complejas y que llevarán, como mínimo, entre tres y cuatro meses.
FUENTE: INFOBAE